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El 16 de junio tuve la oportunidad de acudir a la graduación de Infantil y Primaria del CAS como responsable del Departamento de Educación y como tío de un graduando. Allí escuche las palabras de una madre, Nuria Beltrán, que me parecieron significativas porque hacen visible el trabajo constante, callado pero relevante de nuestras instituciones educativas. Aquella madre, muy amablemente, me cedió aquellos pensamientos para que los hagamos nuestros. Y yo os los paso con el anhelo de que se conviertan en una constante en nuestras escuelas:

Hola  a todos,

Tengo que confesaros que es la primera vez que hablo en público pero, por los hijos, lo que sea.  Tenedlo en cuenta a la hora de puntuarme y no os asustéis por el número de hojas, está a letra 20 para poder verlo. A los que se aburren en los discursos, no os preocupéis, dura menos de treinta minutos.

David [David Molero es el profesor de ese ciclo en el CAS Primaria], has hecho muy feliz a mi hija al darme esta oportunidad. Soy Nuria, la mamá de una de las protagonistas de hoy, Irene, y también de Héctor (que  ahora mismo debe estar escondido de vergüenza).

Somos una familia cristiana, católica, no adventista y quiero dar a conocer mi experiencia como madre, en este colegio religioso adventista, durante 9 años con mis dos hijos (que, como les ocurre a la mayoría de hermanos, son muy diferentes).

Espero que, con la ayuda de Dios, haya elegido bien mis palabras, y pueda expresar lo que siento. Cuando elegí este colegio, buscaba para mis hijos los siguiente:

  1. Que conocieran y siguieran a Dios, como hacemos en casa.
  2. También que los profesores, con mi ayuda, sacaran el máximo que mis hijos pudieran dar en los estudios.
  3. Que aprendieran buenos valores, para ser buenas personas en su vida.

Os cuento lo que hemos recibido de este colegio.

¡Qué importante es que nuestros hijos aprendan y crezcan en valores cristianos!                                                                                                                                

No hay mayor éxito en la vida que enseñarles a caminar de la mano de Aquél  que nos da la verdadera fuerza para alcanzar el éxito, tanto profesional como personal.

Irene empezó en primero de Infantil, Héctor en primero de Primaria, así que puedo comparar. El primer año (como a muchos os habrá ocurrido y más si venís de otro colegio) tenía mucho miedo del cambio. A las pocas semanas, me sentí bien, sin miedo y segura de ese cambio. Esto lo conseguí gracias a las primeras profesoras, Gely y Lorena. Gracias Gely, por tu apoyo y ánimo que siempre me trasmitiste, llegaste  a mi corazón. Muchas gracias por apoyar a mi hija en su inicio, de ti copió ser una niña responsable, trabajadora, a tener un carácter  fuerte y a tener en cuenta a los demás. Gracias Lorena por ser capaz de sacarle a un niño introvertido todas sus cualidades positivas, con paciencia y buen trabajo, trabajo que sigo valorando a día de hoy. Eres una persona estupenda y una excelente profesional.

Quiero también dar las gracias de corazón a todos los profesores que formáis el equipo de Primaria, por seguir ayudando a mis hijos a superarse, tanto en lo académico como en lo personal, teniendo en cuenta siempre los valores y principios que marca esta institución.

Permitidme tener unas palabras de recuerdo a la profesora Elena, que nos dejó físicamente pero siempre quedará en los padres y alumnos su dedicación y cariño a su profesión.

A los graduados de Infantil y en especial a los de sexto, os regalo esta frase (que mis hijos tienen escrita para recordarla cuando la necesitan):

«Las notas no son lo mas importante en la vida pero son necesarias. El 95% de tu nota es por tu esfuerzo y dedicación, el 5% por tu coeficiente intelectual. Lucha por aprender y sacarás buenas notas. Tu puedes.»

Ahora, si me lo permitís, hablaré en valenciano:

Irene, hui com a mare i en nom del pare i del tete, te de dir que ens sentim molt feliços i orgullosos  per el teu esforç durant tota  Primaria, en la que has caminat no sols aprenent les lliços de les asignatures, sino també les de la vida. Este colegí t’acogit durant esta primera etapa, espere que en la que vas a començar,  açi tambe, dones testimoni de la confiança depositada en tu. Com a mare satisfeta que estic….. Te dic: «No canvies, pero busca la millor versió de tu mateix. Te vuic. Vos vuic”.

[Irene, hoy, como madre y en nombre de tu padre y de tu hermano, tengo que decirte que nos sentimos muy felices y orgullosos por tu esfuerzo durante toda la Primaria en la que has caminado no solo aprendiendo las lecciones de las asignaturas sino también las de la vida. Este colegio te ha acogido durante la primera etapa y espero que en la que vas a comenzar, también aquí, des testimonio de la confianza depositada en ti. Como madre satisfecha… te digo: “No cambies, busca la mejor versión de ti misma. Te quiero. Os quiero.”]

 Muchas gracias , moltes gracies.

Autora: Nuria Beltrán. Madre de alumnos del CEAS.
Enviada por Víctor Armenteros. Responsable del departamento de Educación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en España.
Imagen: Photo by Hannah Olinger on Unsplash

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